Alta rentabilidad a medio-largo plazo. La relación con el cliente normalmente suele generar más tensiones. Ellos piden resultados para ayer y hay que hacer un esfuerzo casi pedagógico para hacerles ver que han de tener paciencia.
El posicionamiento orgánico atraerá tráfico cualificado siempre que hayamos hecho un correcto estudio previo sobre los términos relevantes para nuestro negocio. En caso contrario, obtendremos visitas a nuestra web con alta tasa de rebote.
Con el SEO es muy difícil garantizar resultados al 100%. Podremos en algún caso hacer alguna predicción con respecto a ciertos términos siempre que hayamos estudiado el sector y su nivel de competencia, pero en ningún caso garantizar que vayamos a conseguir el primer resultado.
La inversión en SEO ha de ser más estable y continua en el tiempo que la de SEM. Además esa inversión será independiente al número de visitas.
Los datos estadísticos indican que los usuarios hacen más clicks en los resultados orgánicos que en los patrocinados. No olvidemos que Google ya indica en los resultados de búsqueda cuáles son anuncios, por lo que dependiendo del tipo de usuario y búsqueda obtendremos más clicks en orgánico o en PPC.
El SEO nos limitará más el posicionar un mayor número de palabras claves, limitación que no existe con el SEM. Aquí dependeremos mucho de la estructura de la web y de como hayamos concebido el site para tratar abarcar un mayor número de términos para el SEO.
Con el SEO no podemos segmentar a los clientes. Los resultados de búsqueda orgánica son igual para todos aunque ya existen diferencias en los resultados que arrojan las búsquedas dependiendo del tipo de navegación que realicemos, móvil o de sobremesa